“Una nueva
perspectiva de la nutrición”
Las diferencias entre las personas,
incluyendo las respuestas a la dieta, se explican en buena medida por
diferencias genéticas. Aunque el genoma es casi idéntico en todos los
individuos de la especie humana, hay pequeñas diferencias, variaciones interindividuales
en la secuencia de ADN (polimorfismos) que afectan a nuestra apariencia,
carácter y salud. Las diferencias genéticas van desde variaciones puntuales de
un único nucleótido por otro en posiciones concretas del genoma (polimorfismos
de un solo nucleótido o SNPs, del inglés single nucleotide polymorphism)
hasta eliminaciones o inserciones de fragmentos de cientos de
nucleótidos. Los SNPs constituyen la forma más simple y más común de
variación genética.
El estudio de los SNPs y su
interacción con la dieta forma parte de la Nutrigenética, que constituye la
base científica de la nutrición personalizada. Si bien hay que mencionar que se
ha avanzado mucho en la última década, estamos aún lejos de conocer y comprender
todas las interrelaciones relevantes entre los genes, sus SNPs y los
nutrientes. A pesar de ello, existen estudios nutrigenéticos en relación con
diferentes factores de riesgo y patologías, la obesidad entre ellas, que han
revelado que hay genotipos que se benefician especialmente de recomendaciones
dietéticas específicas, que pueden diferir de recomendaciones generales y de
amplio consenso; también tenemos evidencia de que ciertos genotipos puede que
no se beneficien de recomendaciones generales hoy día bien aceptadas, o para
los que incluso dichas recomendaciones pueden ser perjudiciales.
No cabe duda de que el conocimiento
del perfil nutrigenético individual ofrece un importante potencial de cara a la
prevención y tratamiento de problemas y patologías relacionadas con la
alimentación ya que permite definir, con base científica, las directrices de
una nutrición personalizada y adaptada a las características genómica de cada
individuo.
Las bases conceptuales
de esta nueva área de investigación genómica pueden ser resumidas en cinco
apartados:
1)
Las sustancias químicas comunes presentes en la dieta pueden afectar el
genoma del humano, de manera directa e indirecta, al alterar la expresión o
estructura de los genes.
2)
En algunas circunstancias, y en ciertos individuos, la dieta puede ser un
factor de riesgo serio para determinadas enfermedades.
3)
Algunos genes son regulados por la dieta (forma normal y variantes
comunes) y es probable que jueguen un papel en el inicio, progresión y/o
severidad de las enfermedades crónicas.
4) El grado en que la
dieta puede influir en el balance entre el estado de salud y las enfermedades
depende de la composición genética individual.
5) La intervención
nutricional basada en el conocimiento de los requerimientos nutricionales,
estado nutricio y genotipo (ej. nutrición personalizada) podría ser utilizada
para prevenir, mitigar o curar enfermedades crónicas degenerativas.
Para más información checa el video.
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