Durante
la infancia se establecen los hábitos alimentarios que posteriormente serán
difíciles de cambiar. Con hábitos adecuados en la alimentación y en el estilo
de vida, contribuimos de forma positiva en la construcción y modelado de su
cuerpo y en la mejora de su salud, rendimiento físico e intelectual.
Una
buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades
infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida.
La
clave para que nuestros hijos tengan buenos hábitos, es que entiendan la
importancia de una alimentación saludable por medio del ejemplo y de
actividades divertidas, para que así los niños estén motivados a consumir de
todos los grupos de alimentos.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños realicen 1 hora
diaria de algún tipo de actividad recreativa ya sea andar en bicicleta, jugar
en el parque, patinar, natación, baile o fútbol. Evite el sedentarismo en sus hijos
y motívelos a que realicen deporte de forma divertida en lugar de pasar frente
alguna pantalla toda la tarde.
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